El 6 de diciembre del año 2000, la Tercera Sala Penal ordenó, por cuarta vez, el desalojo de todo invasor incluyendo a Nicolaza Ortiz Lizarme, entregando la posesión de más de 20 mil metros cuadrados a su propietaria Villa Marina de Castillo del lote III-B-A del es Fundo Marquez de Corpac.
Fue entonces que, después de desalojar a Nicolaza y antes de proceder con la demolición de su vivienda la empresa se detiene por un supuesto arrepentimiento de Ortiz Lizarme. Ella llorosa en medio de lamentos y a vista de todos, ruega una oportunidad. Tres mujeres lloran y suplican: “Mama Nico” y dos de sus hijas.
La empresa accede convencida que este acto termine con todos los problemas de la urbanización por lo que vende a Nicolaza Ortiz diez lotes de terreno a mil dólares cada uno, el cual paga sin inmutarse al contado, celebrándose así un acuerdo extrajudicial, a vista y paciencia de todos.
Hoy conocen parte de los diez lotes como mercado “Mama Nico”.
Sin embargo, unos meses después Nicolaza desconoce este contrato y demanda a la empresa pidiendo la “nulidad de acto jurídico”, es decir, renuncia a la posesión legal de los diez lotes y pide a la empresa que se le devuelva los 10 mil dólares, y no sólo eso, alegando que ese contrato fue hecho “bajo coacción”, reclama 30 mil dólares por daños y perjuicios.
El tiro por la culata
El Poder Judicial declara la nulidad de dicho contrato, por lo que el acuerdo extrajudicial es inválido. Quiere decir que la empresa debe reembolsar los 10 mil dólares, lo cual no tiene inconveniente y Nicolaza debe restablecer la posesión de los diez lotes a Villa Marina de Castillo, que como era de esperarse no tiene disposición de cumplir.
En la actualidad, la empresa empezó una demanda de “reivindicación” contra Nicolaza Ortiz Lizarme para recuperar vía judicial la posesión de los diez lotes, que sólo es cuestión de tiempo. “Mama Nico” que sabe cómo va a terminar este proceso, ha comenzado a ofrecer en venta los diez lotes, es decir, quiere estafar vendiendo lo que no es de ella.
Sepa que Nicolaza Ortiz no puede ir a la cárcel por tener más de 65 años, así que no le importa las innumerables denuncias por estafa. Sepa también que si alguien le da dinero a Nicolaza por alguno de esos lotes, éste no tendrá retorno, será otro estafado más.
“Total –dirán los pobladores- la empresa nunca hace nada” y permite que les roben. Los directivos de la empresa Villa Marina de Castillo dicen: “la administración es distinta, ¡no habrá contemplaciones!”.
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