jueves, 27 de septiembre de 2012

Dora Narrea Valdivia y la invasion de su propiedad por Villa Nicolaza y sus dirigentes

LA VERDADERA HISTORIA DE VILLA NICOLAZA Y COMO INVADIERON LOS TERRENOS DE DORA NARREA VALDIVIA Y LA EMPRESA VILLA MARINA DE CASTILLO

El 23 de Junio de 1989, por orden del segundo Juzgado de instrucción de Lima se desalojó a Nicolaza Ortiz Lizarme del lote III-B del ex fundo Marques de corpac. Porpiedad inscrita en los regitros Publicos a nombre de Dora Narrea Valdivia y la Empresa Villa MArina de Castillo S.C.R,L. (antes Villa Marina de Venturo)

Ella reunió a más de trescientas familias, los convenció que se había cometido una injusticia al despojarla del terreno del que ella era propietaria. Ella prefería que la gente pobre tuviera esos lotes y no la empresa, por lo que les “regalaba el terreno”.
Las trescientas familias invadieron y  formaron la Asociación de Vivienda y en agradecimiento al “noble acto de desprendimiento”  la bautizaron como “Villa Nicolaza”.

Es así como empieza la historia de “Villa Nicolaza”, basada en dos delitos: la estafa y la usurpación o Invasión de terrenos. Nombraron a Irma Palomino Ortiz, hija de “mama Nico”, como tesorera de la asociación, y cuando la posesión era segura Nicolaza Ortiz mediante un contrato de compra y venta con la asociación, les puso precio a los terrenos y comenzó a cobrar. Un regalo costoso.



“si no pagas te prendo tu casa”
Todos los atropellos que cometió Nicolaza, con los propios invasores que se atrasaban con los pagos -lo recuerdan los antiguos pobladores- les quemaba sus chozas, los desalojaba a la fuerza, se quedaba con sus cosas y enseres.

La Asociación de Vivienda Villa Nicolaza descubrió que Nicolaza Ortiz no era la propietaria y que los habían estafado. La denunciaron ante el sétimo Juzgado Penal y fue sentenciada a cuatro años de cárcel por estafa. Sin embargo, no cumplió la condena por tener más de 65 años

¿Si habían descubierto la verdad, que pasó entonces?
A los directivos de “Villa Nicolaza” les era más lucrativo seguir engañando a sus socios, así que la directiva falsificó una minuta de compra y venta en el que supuestamente la empresa Villa Marina de Castillo le vende a la Asociación de Vivienda Villa Nicolaza 148 Mil metros cuadrados dentro del Fundo Marquez de Corpac.

La empresa los denunció (Exp. 3341-96)  y el juicio duró siete años, tiempo suficiente para que la asociación estafe a personas que creían en la legalidad de ese contrato, y también para que con ese contrato confundan todas las instancias administrativas. Fueron sentenciados por la Corte Suprema los dirigentes: el Presidente  Antonio Miguel Torres Medina (4 años), el Secretario Elias Centeno Carrasco (“no habido” orden de captura), y la Tesorera Luisa Beatriz Avellaneda la Serna (2 años) por delito penal contra el patrimonio – Estafa y contra la Fe Pública - falsificación de documentos en agravio de Villa Marina y otros.

Esto no detuvo a los directivos, (Fueron sentenciados por falsificar documentos)
 que aún hasta el día de hoy siguen usando dicho documento estafando a los incautos. “Villa Nicolaza” para no perder seguidores o creyentes, se dedicó a desacreditar a la empresa y a todo aquel que descubriera sus engaños llamándolos “traidores” o “vendidos”. ¿Qué mejor forma de mantener su poder?. Muchos socios antiguos desistieron de este círculo vicioso, entonces “Villa Nicolaza” consiguió a nuevos socios (conocidos como “la ampliación”) e inventó nuevas fórmulas para conservarlos y no perder “las cuotas para defender el terreno”. Es decir, conserva su “chacrita” su “mina” y siguen ganando dinero a cuenta del incauto.

Es así que improvisan supuestas formas de tener el título sin pagar a la empresa. Intentaron con COFOPRI en el año 2000, los socios creyeron y pagaron todos los trámites que su asociación exigía. COFOPRI fue al terreno y en una asamblea expuso que el terreno Fundo Marquez de Corpac es propiedad privada perteneciente a Villa Marina de Castillo y que no era posible una prescripción. En otra ocasión quisieron presentarse como Asentamiento Humano para beneficiarse con el apoyo del gobierno que también desistieron y es así, que están a las expectativa de nuevas leyes que les permita iniciar procesos sin sentido e inútiles como la supuesta “inminente nulidad de la habilitación urbana”, a fin de seguir cobrando, mientras más tiempo dilaten, más dinero recaudan.

En una ocasión la empresa inició un juicio de reivindicación contra la asociación, el cual fue desestimado por el decimo octavo Juzgado Civil ya que dicha asociación “no tiene posesión y no es propietaria de ningún lote dentro de la Sub Parcela III-B-A del Ex Fundo Marques de Corpac” por lo que Villa Marina desde el 2001 empieza juicios contra cada uno de los dirigentes, como el ya popular Pérez Infanzón (otro tema), Beatriz Avellaneda, Juan de Dios Yanquecha y otros.

Miente, miente que algo quedará.
Desde entonces su forma de accionar es volanteando, llamando de megáfonos, haciendo asambleas, repitiendo lo mismo. Desacreditar a la empresa. Motivar el orgullo efervescente de un pueblo en nombre de “su querida asociación Villa Nicolaza”. Incentivando la violencia para que los pobladores tomen armas. Les hacen creer que romper pistas, o romper las instalaciones de agua y desagüe es hacer respetar su derecho, peor aún los dirigentes de “Villa Nicolaza” cobran a los socios para defenderlos, a pesar de que ellos mismos no tienen como defenderse.

El pueblo, de forma incomprensible, mantiene su confianza en los dirigentes (sentenciados) y ovacionan sus logros sin darse cuenta que es gracias a “Villa Nicolaza” la demora en la culminación de la urbanización. Es decir, sino fuera por ellos, téngalo por seguro, el pueblo gozaría de todos los servicios de luz, agua y desagüe, pistas, veredas, un titulo inscrito en registros públicos a nombre propio y por sobre todo: tranquilidad.

Este año la asociación de vivienda “Villa Nicolaza”  cumple 19 años y ha convencido al pueblo que es un aniversario digno de celebración, cuando a ciencia cierta no han conseguido nada. Ahora analicemos, en 19 años ¿cuánto han regalado cada uno de los pobladores a sus dirigentes?, y en 19 años ¿Cuánto han sacrificado sus familias inútilmente?.

Hoy en día, los dirigentes ya encontraron otra forma de dilatar su poder y la excusa perfecta para seguir cobrando a los socios que siguen creyendo en ellos: COFOPRI, de nuevo.

Al empezar esta prescripción, la asociación está aceptando que los dueños del terreno es Dora Narrea Valdivia y la empresa Villa Marina de Castillo y que “Villa Nicolaza” tiene posesión ilegal. Los dirigentes saben que mantener al pueblo contra la empresa los ayuda a encubrir sus actos delincuenciales.
La prescripción iniciada, tardará más años de incertidumbre para los pobladores, ¿cuántos aniversarios más querrán celebrar sin título confiando en delicuentes que no tienen escrúpulos para sacarles dinero mediante engaños?



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